Por Gina Christian
(OSV News) — “Las palabras despiertan, los ejemplos atraen. El don del lenguaje es inmenso, pero es tan sólo una pequeña parte del testimonio humano. Cuando estamos unidos a Dios, él confirma nuestra palabra con su gracia”. – San Tito Brandsma, “La Riqueza de Pentecostés”.
San Tito Brandsma (1881-1942), patrón de OSV News, fue un sacerdote carmelita holandés, periodista, erudito, y mártir. Canonizado por el Papa Francisco en mayo de 2022, se ha convertido en un mentor espiritual para los medios católicos a través de su testimonio de fe en medio del totalitarismo, la guerra, y el genocidio. San Juan Pablo II, quien beatificó a Brandsma en 1985, describió al carmelita como un “periodista valiente”, que ofreció una “defensa enérgica de la prensa católica”, y en el proceso, se convirtió en un “mártir de la libertad de expresión contra la tiranía de la dictadura”.
Nacido el 23 de febrero de 1881 en el norte de Holanda, Anno Sjoerd Brandsma ingresó en la orden carmelita a los 17 años y tomó el nombre de su padre, Tito, para la vida religiosa. Después de su ordenación sacerdotal en 1905, Brandsma estudió filosofía en la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma y obtuvo un doctorado en 1909. Al regresar a Holanda, enseñó en la casa de estudios de su orden y luego fue nombrado profesor de filosofía en la Universidad Católica de Nimega (ahora Universidad Radboud de Nimega). Brandsma viajó por Holanda dando conferencias sobre misticismo, lo que llevó a un escritor a llamarlo “el místico del billete de tren”.
Brandsma abrazó el periodismo como un medio vital de evangelización, escribiendo numerosos artículos en revistas y periódicos sobre la espiritualidad católica, así como homilías y reflexiones. Se desempeñó como editor en jefe de De Stad Oss y fundó la revista Karmelrozen, convirtiéndose eventualmente en asesor de la Asociación de Periodistas Católicos Romanos.
Al mismo tiempo, el “fuego espiritual siempre ardiente de Brandsma, que brillaba a través de su periodismo, resultaría fatal”, como señaló el filósofo Iñigo Bocken. Brandsma reconoció rápidamente los peligros del nazismo y exhortó a la prensa católica no aceptar la propaganda proveniente de organizaciones que apoyaban al régimen nazi, que invadió los Países Bajos en mayo de 1940. En respuesta, la policía nazi arrestó a Brandsma en enero de 1942 y finalmente lo deportó al campo de concentración de Dachau, en el sur de Alemania.
Incluso en prisión, Brandsma continuó escribiendo, componiendo varias cartas, meditaciones sobre las Estaciones de la Cruz, y una biografía inconclusa de Santa Teresa de Ávila. La correspondencia enviada a sus seres queridos detalla su vida regular de oración, su aceptación del sufrimiento, y su profunda esperanza en Cristo. Al ser informado de su traslado a Dachau, Bransdma tranquilizó a su familia asegurando en una carta que “el amado Señor Dios está en todas partes”.
Con la salud quebrantada por las condiciones del campo de concentración y la experimentación médica, Brandsma fue ejecutado el 26 de julio de 1942. Ese mismo día, los obispos holandeses emitieron una carta pastoral en protesta por la deportación de los judíos de los Países Bajos, la mayoría de los cuales perecieron en los campos de exterminio nazis.
Brandsma entregó su rosario a la enfermera que le administró la inyección letal, habiendo orado por su conversión. Varios años después, ella buscó el perdón y sirvió como testigo en la causa de santidad de Brandsma.
Gina Christian es una reportera nacional de OSV News.